domingo, 20 de mayo de 2012

Ser humano

La sabiduría oriental más antigua en el contexto del budismo dice que en los seres humanos realmente sólo existen dos emociones sustantivas: el amor y el miedo. Todos los demás sentimientos, buenos o malos, son ramas de estos dos árboles inmensos. En el campo del amor y el miedo jugamos todas nuestras partidas tanto con uno mismo como con los demás.
La idea que articula este ensayo reside en una hipótesis bastante simple pero que implica un verdadero desafío tanto intelectual como vivencial: la naturaleza del ser humano es bondadosa y pacífica, como lo establece el Dalai Lama en sus enseñanzas. Biológicamente nuestra estructura física y corporal está diseñada más para el abrazo y la ternura, que para la agresión y los actos ofensivos. No tenemos colmillos como la mayoría de los mamíferos carnívoros; nuestras uñas son delgadas, nunca se convierten en pezuñas. Nuestro cuerpo carece de partes resistentes como caparazones. Nuestros brazos y manos son delgados en general, más predispuestos a la caricia que al golpe. Somos tan débiles que todas las armas que hemos inventado de cierto modo lo que hacen es suplir nuestro déficit fisiológico.

-Jorge García Montaño-

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