Aunque la gente sabe que algún día morirá, vive como si no lo supiera.
Gracias a tus 49 dias, vivo mi vida como si me quedara ese tiempo.
Si no sabemos cuándo vamos a morir, las cosas nunca cambian.
Pero, gracias a tus 49 dias, he podido ver esos cambios.
Dos personas con las que convivimos 49 días, que cambiaron nuestras vidas y se marcharon.
Gracias a ese viaje con esas dos personas, ahora vivimos cada día como si fuera el último, apreciándolo.
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